25 de febrero de 2013

Empatía

Me han dicho que soy una persona empática, entonces por estos días me estoy poniendo en el lugar de los otros bajo una pregunta rectora:
"Si no tuviera nada para darte, ¿me tratarías igual?"
Me pongo en el lugar y rápidamente sé que la respuesta es NO. Un no gigante y con mayúsculas chillonas. Entonces eso es interés, y me revienta. Me enferma porque yo soy inciondicional. Así lo escribí yo:
Incondicional: dícese de una persona que se brinda totalmente a otra sin esperar nada a cambio. Por el principio de reciprocidad, la otra persona también es incondicional y como resultado ambas dan todo sin esperar nada y reciben todo.
Es perfecto.
Y funciona cuando uno ama, por ejemplo, a los hijos. Pero el problema es que soy incondicional con todos los que quiero, y no debo. No debo. No debo.
La gente no lo es conmigo. Es intereaada y falsa, y de pocos puedo decir que son amigos verdaderos.
Hoy quiero decirte a vos, si a vos, a uds; que salieron para siempre de mi lista de amigos verdaderos.
Tengo una cita para ilustrarlo:
Tu amistad es como flores de aluminio, se oxida cuando las intentás regar.
Hay tragos amargos y golosinas, y este trago amargo no te lo perdono. Adios querida, me acordaré de tí cuando sufra un acv o una embolia.

0 opiniones humanas:

Publicar un comentario

Resúmenes y opiniones del pensamiento humano

Soundtrack


MusicPlaylistRingtones
Create a playlist at MixPod.com