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30 de noviembre de 2012

¿Cómo llega uno a ser lo que es?

¿Recuerdan esto?

"Te mataré miedo- Y con un último golpe de espada arremetió contra quien siempre había sido su enemigo"

¿De qué año es? Andábamos diciendo que la aparición del miedo era cíclica, el Túnel del Silencio, el Bosque de la Inseguridad y la Duda, el Castillo. Debe ser de hace mil años, mínimo. Bueno no, tengo un par menos, pero se entiende.

Estaba viendo algo, sobre el Eterno Retorno. La joda es que como el tiempo es infinito pero el espacio y la materia son finitas, y los átomos no se crean ni se destruyen sino que se combinan en formas diferentes; entonces en algún punto el universo va a realizar todas las combinaciones posibles. Pero como el tiempo sigue, entonces van a volver a repetirse combinaciones de materia. Si uno combina durante unos días cada tanto sale un objeto. Y si lo sigue durante unos años, puede salir, un país. Y si sigue por toda la eternidad, todas las cosas del universo. O sea, Eterno Retorno. Interesante que a este pensador de la sospecha se le haya ocurrido esto mucho antes del desarrollo de la física cuántica. A todo esto vimos que la "verdad objetiva" no es una cosa taaaaaan sólida. O sea, que el librito de la vida no funciona salvo que repitamos combinaciones por toda la eternidad, pero yo sólo planeo vivir 100 años.

A todo esto, vamos al meollo de la cuestión: ¿cómo llega uno a ser lo que es?

Por sus errores.

Y quiero dejar esto absolutamente claro, es mi humilde opinión, no olviden que soy muy empirista.

Porque las cosas que salen bien, las repetís porque te salieron bien, ¿lógico no? Ya lo sabés hacer, y ahora lo hacés igual y sigue saliendo bien, joya entonces; pero no aprendiste absolutamente nada.

Pero si algo te sale mal, entonces tenés que ingeniarte una nueva forma de hacer ese algo. Y ahí aprendés.
¿Y cuándo uno tiene un fracaso tan pero tan grande que repercute el resto de su vida? ¿Y si uno de golpe se unió al club de los pobres giles cuyos proyectos para el resto de la vida de golpe se cayeron miserablemente? ¿Qué ustedes nunca le dijeron a nadie que querían estar ahí el resto de la vida -hoy sólo se lo digo a mi hermana- y hoy no pueden verse las caras sin que medie una intervención judicial? Ah, yo sí.

Y entonces, aprendés mucho.

Porque cuanto más grande el fracaso, más grande luego el aprendizaje.

¿Y qué demonios aprendemos? ¿A ser felices? ¿A relacionarnos? ¿A tolerar el fracaso? ¿A patear conejos? ¿A hacer una partuza y mandar todo a la mierda?

No, ni un carajo. Aparece el miedo. Y te da miedo relacionarte, querer, necesitar, y por sobre todo, admitirlo. Porque seguro sos un (una) duro (dura) y no necesitás de nadie, y la verdad es que no sos más que flor de maraca que cree que puede cuidarse solo (sola) y es una maldita mentira y tú lo sabes. Porque secretamente, lo que más querés es volver a sentir algo que sea bueno y no dañino, un calorcito al menos. Sabés que sos mejor que esto, pero no podés porque la armadura incorpórea de la que hablábamos en el Bosque de la Inseguridad y la Duda te la pusiste de vuelta.

Y de golpe pensás, es todo inútil. Por el Eterno Retorno. Porque sabés que un día vas a volver a confiar, y otro día vas a volver a fracasar y así... y lo sabés porque sos hijo, nieto, y bisnieto de generaciones que fracasaron en lo mismo que vos. Porque en tu puta vida nunca viste una persona adulta que le haya ido bien.

¿Entonces qué hacemos? Nada, ¿qué vamos a hacer? ¿qué vamos a ser? Pero recordemos que si nos paralizamos y no cometemos más errores, entonces no vamos a aprender nada. Y pensás que a lo mejor vos podés estar en esa mínima fracción de materia combinada en suerte, éxito, amor; o lo que sea. Y vas a seguir golpéandote, porque el ser humano es un bicho de esperanza. Y es natural que lo sea, sino tiene por qué tener esperanza, si no tiene errores de los que aprender, entonces se muere.

Y de golpe pasa lo que esperabas que pase.

De golpe agarraste la espada y venciste al miedo. ¿Pero es el "había una vez" o el "felices para siempre"? No, para siempre es un corto tiempo, al menos en cada combinación de materia, que se repetirán cada mil billones de años o algo así. Entonces es exactamente lo mismo, por el Eterno Retorno. Pero diremos que es el capítulo 1.

Y en fin, tenías millones de razones válidas para tener miedo, pero las dejás atrás. Al menos por esta vez. Y podemos estar en un nuevo estado mental/emocional. Y sólo sin miedo podemos aprender. ¿Volveremos a fracasar? Seguramente en algún momento, la semana que viene o en 75 años, no sé. Pero mejor vamos a decir que volveremos a aprender.

Y sin miedo, sos libre. Libre para meterte en la cueva y salir a piacere sin que nadie se joda. Libre para quemar en la hoguera el librito de la vida. Libre para joderle los esquemas a gente estructurada y etiquetadora.

Y si somos libres, aprendemos y perdemos el miedo, ¿entonces qué vamos a hacer? Lo que se nos cante. ¿Y que vamos a ser? Felices.

PH: Asif Hassan, AFP.

3 de junio de 2011

Humanos, demasiado humanos (de Nietzsche)

"¿Cómo se llega a ser lo que es?"

"¿Por qué soy tan sabio? ¿Por qué soy tan inteligente? ¿Por qué escribo libros tan buenos?" "Humano, demasiado humano es el monumento de una crisis. Dice de sí mismo que es un libro para espíritus libres: casi cada una de sus frases expresa una victoria - con él me liberé de lo que no pertenecía a mi naturaleza. No pertenece a ella el idealismo: el título dice «donde vosotros veis cosas ideales, veo yo ¡cosas humanas, ay, sólo demasiado humanas!» Yo conozco mejor al hombre. La expresión «espíritu libre» quiere ser entendida aquí en este único sentido: un espíritu devenido libre, que ha vuelto a tomar posesión de sí.

"Es de noche: ahora hablan más fuerte todos los surtidores. Y también mi alma es un surtidor. Es de noche: sólo ahora se despiertan todas las canciones de los amantes. Y también mi alma es la canción de un amante. En mí hay algo insaciado, insaciable, que quiere hablar. En mí hay un ansia de amor que habla asimismo el lenguaje del amor. Luz soy yo: ¡ay, si fuera noche! Pero ésta es mi soledad, el estar circundado de luz. ¡Ay, si yo fuese oscuro y nocturno! ¡Cómo iba a sorber los pechos de la luz! ¡Y aun a vosotras iba a bendecios, a vosotras estrellitas centelleantes y gusanos relucientes allá arriba!- y a ser dichoso por vues tros regalos de luz. Pero yo vivo dentro de mi propia luz, yo reabsorbo en mí todas las llamas que de mí salen. No conozco la felicidad del que toma; y a menudo he soñado que robar tiene que ser aún más dichoso que tomar

"¿Por qué soy yo un destino?... y quien tiene que ser un creador en el bien y en el mal: en verdad, ése tiene que ser antes un aniquilador y quebrantar valores. Por eso el mal sumo forma parte de la bondad suma: mas ésa es la bondad creadora. (...) Ésta es mi duda respecto a vosotros y mi secreto reír: ¡apuesto a que a mi superhombre lo llamaríais - demonio! ¡Tan extraños sois a lo grande en vuestra alma que el superhombre os resultará temible en su bondad!”Finalmente –es lo más horrible– en el concepto de hombre bueno, la defensa de todo lo débil, enfermo, mal constituido, sufriente a causa de sí mismo, de todo aquello que debe perecer, invertida la ley de la selección, convertida en un ideal la contradicción del hombre orgulloso y bien constituido, del que dice sí, del que está seguro del futuro, del que garantiza el futuro hombre que ahora es llamado el malvado. ¡Y todo esto fue creído como moral! - Écrasez Pinfáme! [Aplastada la infame].

FN.

23 de septiembre de 2010

¿Vos quién sos?

Me pasó algo raro. Hace como dos semanas fui a la peluquería. El peluquero, un tipo simplón que siempre me pareció una mezcla rara entre irreverente y pelotudo (equiparable al señor plomero) hizo una extraña asociación de ideas y comenzó a mover las manos eufóricamente diciendo -gritando- "Estuviste con Nachito, que grosa, no lo puedo creeeeeeeeer, estuviste con Nachitoo". Los demás clientes pusieron su mejor cara de poker ante las posibilidades interpretativas. Nachito era un exponente de la lujiria ibiceña de la que por unos deseables y gloriosos días me tocó ser parte. ¿Qué sabía de él? ¿Quién era Nachito? Veamos: no le gustaba lavar los platos, le gustaba Space, odiaba levantarse temprano, no tenía trabajo, cuando era chiquito le decían Dibu, era poco caballero. Interesante. ¿Y quién era? Un personaje, sí, pero también una persona.
Y me había encontrado tantísimos personajes de la noche, personajes que al igual que Nachito, reducían su existencia y constituían si personaje en base a meros preceptos simplistas. ¿Y quién era la persona detrás del personaje?. Supongo que la diferencia radica en el sentimiento: la persona siente miedo, dolor, amor, dudas, y unos largos etcétera. El personaje no siente nada. El problema surge cuando el personaje de tanta exposición absorbe a la persona, cada uno se cree su propia mentira inconsciente y de eso no puede escapar. Tal vez por eso no congeniamos. Vos no sentís nada que no devenga de tu propia autocomopasión, por tu sobrino o por tu perro; que son en última instancia reflejos de tus propios intereses. Nada por mí, persona.
Cambiemos de persona, a otra más grande e infinitamente (tal vez no) más lejana. Allí el personaje soy yo. No siento nada y mi existencia ante tus ojos se reduce a una serie de preceptos equiparables a: me gusta la filosofía, me gusta queen, me gusta pintarme las uñas, me gusta el té, me gusta el sexo, me gusta dormir hasta tarde, me gusta glee, me agobia cuando la infraestructura funciona demasiado perfecto, no soy marxista. No me conocés, a la persona que soy, sólo a mi obtuso y vacío personaje. Pero ¿me conocíste alguna vez? Aún cuando esos preceptos años atrás se reducían a odio matemática, me gusta lengua, me gusta jugar al poliladron y andar en bici. No lo sé. Pero estoy segurísima que no me conocés ahora, y quizá nunca me conozcas, a la persona detrás del personaje. Esa persona que duda, tiene miedo, se cansa, de endulza, se enamora, se desenamora, etc etc.
Todo esto me lleva a pensar que en realidad tampoco te conozco a vos, porque sos un personaje también. Pero no sé si sos un personaje sólo para mis ojos, o te crees ese personaje para los tuyos también. El personaje no tiene sustento: "si, tenés razón hablando de Schelling...". Y por dentro pensaba "No, era Spinoza, ves que no tenés sustento, chamuyero". Quizá no puedas responder de forma satisfactoria a la pregunta del título. Quizá nunca sepa quien sos vos.
Con todo, apunto a autoconocerme, como de verdad decía Schelling románticamente "el camino secreto va hacia adentro"

8 de agosto de 2010

Celos y filogenia.

Imagine un león en África que se lanza sobre un antílope herido. ¿Es libre el león? ¿No debería haber elegido vivir como vegetariano? No, el león vive de acuerdo a su naturaleza; de otra manera de acuerdo a su filogenia, la historia de su especie. Quizá con ayuda de Descartes podrás decir que el león no es un animal racional y vos sí. De acuerdo, pensemos en un niño de cuatro años que se cuelga de las piernas de su mamá porque quiere seguir jugando en vez de irse a dormir, ¿no vive este niño de acuerdo a su filogenia? ¿O es verdaderamente libre de elegir, por ejemplo, escribir un tratado sobre filosofía? El niño también actúa de acuerdo a las leyes de su naturaleza, su filogenia. ¿Y cuando tiene 15 años y hace pruebas de maquillaje y peinado frente al espejo? ¿Y cuando tiene 30 y tiene que retar a su hijo de 1 año para que no meta los dedos en el enchufe? No, no. El hombre nunca deja de vivir de acuerdo a las leyes de su naturaleza, está escrito en su ADN y de eso no puede escapar. Sucede que hay muchas y muy complejas razones detrás de todo lo que hace y por eso no se da cuenta. Al buscar la causa primera podemos encontrar razones filogénicas: se maquilla para atraer sexualmente a su pareja para procrear la especie. Reta a su hijo para proteger a su descendencia, extrapolando el ejemplo ¿acaso el león no hace lo mismo? Por más civilazado que sea, si el ser humano se está muriendo de hambre y se tiene que comer a su mascota, va a hacerlo sin titubear y no le va a dar ni lástima no asquito. Supervivencia pura.
Hablamos de alimento, crías y parejas. Una necesidad innata filogénica es la protección del territorio, solo que recibe distintos nombres. Si quiero proteger mi alimento y mis crías se tratará de conservación. Pero si quiero proteger mi territorio sobre mi pareja pasan a llamarse "celos", ¿por qué? ¿Acaso no sucede lo mismo en la naturaleza? Cuando un ciervo seduce a la pareja sexual de otro, el ciervo "dueño" lo ataca y surgen espectaculares peleas dignas del horario central de animal planet. El ciervo debió "marcar" a su pareja con distintas secreciones hormonales a fin de comunicar a sus pares "esta boca es mía, si la querés, podés resultar lastimado". Resulta de acuerdo a las leyes de la naturaleza, filogénico, ¿verdad?. Pero si le digo al ciervo que "se puso celoso" sería un poco ridículo, ¿no? porque los celos son sociales, culturales. En cambio la demarcación del territorio resulta filogénica.
Los "celos" sociales pueden no tener que ver con filogenia; si son envidia quizá puedo envidiar a alguien que se compró una hermosa cartera que yo no puedo permitirme. O en India quizá puedo envidiar a alguien que sacrificó una vaca más gorda que la mía; o un cordero supongase. Entonces estoy celosa. Vale ¿Y cuando una persona le hace un regalo personal a un hijo mío? ¿Y cuándo un desconocido llama a mi pareja por su apodo íntimo, que sólo yo digo? ¿Y cuando me revisan los armarios, la heladera, o el facebook? ¿Estoy celosa entonces, o estoy sólo demarcando mi territorio?.
Otra definición popular dice que los celos son inseguridad. Pero en el caso del territorio no es inseguridad: no tengo miedo que mi hijo quiera más a otro porque le regaló algo lindo; era mi jurisdicción regalárselo. Igual, no me asusta que mi pareja se vaya con otra hembra solo por llamarlo por un apodo que yo inventé, sino que se está metiendo en mi jurisdicción. Más que insegua, me siento invadida. ¿Y si como el ciervo, ataco a quién me invade? Por supuesto desde persepectivas más o menos civilizadas como insultar (sic), en lugar de partirle formaciones oseas por la cabeza. Entonces la sociedad me tacha de celosa y posesiva cuando cualquier ser humano querría haber reaccionado igual. Pero debemos reprimir nuestros instintos filogénicos al punto de no atacar sino proferir solo algunas murmuraciones enojadas, respirar hondo, y esperar que mi pareja sea lo suficientemente filogénica para defender el territorio que me corresponde de manera más o menos civilizada, humana o racional; como ignorar a los humanos invasores hasta que se vayan solos por la imposibilidad convertir mi territorio en suyo, u obtener lo que filogénicamente vino a buscar.


6 de junio de 2010

El poder de las palabras (II)



A veces me cargo todo en el papel de Superman, pero hoy yo quiero ser Lois Lane. Me pregunto por qué en esta foto está rubia cuando siempre la caracterizaron morocha. Ah claro, para identificarla conmigo ja.
"Las palabras son partes de un todo, funciones parciales de una mente totalitaria. Una palabra está en el todo y el todo está en una palabra", una de mis citas favoritas de semiótica y de vida. ¿Qué palabra? Gracias.

Saludos terrícolas.-

Ver anterior: El poder de las palabras I

24 de mayo de 2010

Una especie de ilustración


- Yo puedo cuidarme solo.

Kamiya Kaoru - Rurouni Kenshin

23 de mayo de 2010

Una especie de secuela

Perdido de nuevo en el Bosque del Silencio estaba Gaëtan (oración a lo walsh: muy asustado estaba Livraga...) escondiéndose en su nueva identidad. Su esqueleto flaco podía ocultarse tras los árboles de otro dragón, de otra Sophie, de otras personas, otras bestias: otro miedo, pero Miedo siempre es el mismo en esencia. En fin, ella muy astuta y luego de haberse enfrentado a muchos dragones y creyéndose la dueña de la Tierra Media y la mejor guerrera del universo lo encuentra:
- Te estaba buscando pedazo de gil- dijo Sophie soberbiamente. Era una superada.
- Tengo miedo de decepcionarte
- Teniendo a Lancelot atrás, si no me decepcionaste hasta ahora querido...
- No entendés -se sincera-. Me siento inútil, me llena la vergüenza. Sos demasiado para mi. Yo intento 40 veces y no puedo más. Vos movés dos deditos y lográs todo lo que yo no.
Sophie, mirándolo con ternura, se sincera también. Puede ahora ponerse en su lugar aunque no comparta sus ideas. ¿Qué era aquella empatía hacía él? se preguntaba por qué quería que estuviera bien, cuál era su importancia en su vida. En su afan solidario lo aconseja, trata de consolarlo. Prefiere ocuparse del otro antes que escarbar difícilmente las respuestas en su propio interior.
- Eso es una visión parcial. No podés meterte adentro de mi cabeza, no te das una idea lo que me cuesta todo eso. Y vos podés hacer tantísimas cosas que yo no. Por ejemplo, yo soy buena con el arco, vos con la espada. No hay que comparar, llegamos a este punto por caminos tan tan diferentes: nuestras batallas, nuestras cicatrices, nuestras heridas son otras. Tomate un mate y olvidate
- No, que asco.
- Un vinacho y a la camucha a jugar al God of War. Vas a ver como mato todos los dragones. Confiá en vos, vas a ver.
- Quisiera entender si sos optimista o ilusa. Yo al principio era optimista, me di cuenta que más era un iluso. Me aburro.
- Sólo Tiempo lo dirá. Vas a ver. Ya vi mucha gente despojada de su armadura. Incluso estás empezando a hacer que me quite la mía. Tanto tiempo te escondiste detrás de ella que te cuesta reconocer tu verdadero ser. Y tu armadura era tan antagónica con tu interior. ¿No te preguntaste por qué el dragón no te quemó?
- No lo vi, no estaba allí.
- Sí estaba ¿sabés? Yo te cuido aunque no te des cuenta. Si te perdés se me hace jodida la cosa.
- Yo puedo cuidarme solo.
- No lo dudo, pero igual me gusta cuidarte cuando puedo. Fortalecete, sacá tus garras y vamos a la aventura, oh yeah. -Se ríe. Gaëtan no entiende el chiste.
- Bueno, lo intentaré. Sino siempre puedo huir.
- No va a hacer falta tontuelo, un vinacho y a la camucha; que está haciendo frío.

Anterior: Parte IX

17 de febrero de 2010

El poder de las palabras

La palabras indican, no modos de ser de la realidad (modus essendi) sino modos de pensar y representar la realidad (modus cognoscensi). Cada palabra es un concepto referido a un objeto, sensible o ideal. El prosista, con ese concepto, concibe al objeto a su arbitrio. [...]
Sustantivo, una forma de pensar objetos o aspectos de la realidad considerados en sí mismos: es un concepto independiente. Adjetivo, palabra con la que pensamos realidad como nota añadida al sustantivo: es un concepto dependiente de un concepto independiente. Verbo es la forma especial del lenguaje con la que concebimos la realidad ya sea como un comportamiento del sujeto de la oración, ya sea como una cualificación o calificación del sujeto: el verbo es un concepto dependiente, puesto que lo que dice lo dice de un sustantivo. Adverbio, palabra pensada como modificadora del significado del verbo o del adjetivo: es un concepto dependiente en en segundo grado porque depende de conceptos que, a su vez, son dependientes en primer grado del sustantivo.
Otras clases de palabras [...] también cumplen los oficios que les asifna la mente del prosista: son partes de un todo, funciones parciales de una mente totalitaria. Una palabra está en el todo y el todo está en una palabra.

Anderson Imbert, 1984

22 de diciembre de 2009

Parte IX - última.

De repente el bosque desapareció:el césped, el arrollo, la luna y las estrellas; los árboles, los sonidos de bestias acechantes y el dragón. Ambos quedaron envueltos en la más profunda oscuridad, sin embargo, ya no temían. Les hubiera gustado decir que de un momento a otro sus heridas se esfumaron, sus dudas se disiparon, compraron un castillo y un perro, y fueron felices para siempre. Pero por supuesto eso no sucedió. Ni siquiera en la tierra de la magia las cosas se solucionaban tan fáciles.
Lo que si sucedió fue que la oscuridad duró poco. A su alrededor apareció el castillo en el que años antes y por caminos distintos habían conocido a los Caballeros. Sophie reconoció enseguida esa habitación de la cual había partido hacia el Túnel del Silencio. Había extrañado su cama mullida y cálida, dormir cómoda era para ella un lujo demasiado grande.
De inmediato saltó hacia su lecho y cayó cuavemente entre las sábanas. Gaëtan la siguió, y esta vez no huyó arisca sino que contempló sus ojos y le sonrió. Quizá él también veía lo mismo cuando observaba sus ojos.Con cada roce y cada mirada cómplice, con cada primer y milésimo beso, un poco más eran uno. Porque en ese momento único y perfecto eran Cariño, Pasión, Seguridad, y más aún: eran Amor.
Ya comenté que esta historia no termina tan fácil y perfecta, recuerden lo que había dicho Cariño y no se equivocaba: Amor es un rey rebelde, no es fácil de controlar cuando se lo tiene. Lo que si es difícil es que una vez encontrado desaparezca por completo, sucede simplemente que no siempre es visible. Rebeldías aparte entonces, podemos decir en cambio que vivieron para siempre llenos de amor.


21 de diciembre de 2009

Parte VIII

Habían confiado en ellos por un rato, pero en el Bosque la Inseguridad y la Duda siempre estaban. Y aún no eran lo suficientemente fuertes como para vencerlos. Sólo con Voluntad podrían, pero no lograban encontrar nada más que miedos y dudas. Tampoco se habían curado. Desconfiaban, se temían, luchaban, se lastimaban; el Miedo, la Inseguridad y la Duda avanzaban cada vez más sobre ellos. A veces se perdían y después casualmente (o no) sus caminos volvían a juntarse y a separarse. Cada vez que esto pasaba aparecía el temible dragón, hiriéndolos por dentro y por fuera.

N. del N: no es el final, sino la parte triste antes de que todo se solucione. Lo que pasa es que esta parte se torna bastante repetitiva y molesta, por lo que vamos a hacer una elipsis y avanzar unos meses más.

Ni Sophie ni Gaëtan habían encontrado la salida del bosque. Hacía un par de semanas que no se cruzaban. Finalmente ella cayó rendida en la orilla de un arrollo, estaba demasiado débil como para seguir huyendo. ¿De qué huia realmente? ¿De Miedo acaso? Pero cuanto más huia más lo encontraba. Se sentía prisionera de él, no podía escapar, no podía luchar.Allí ya no había nieve, y de repente vió asomarse a la luna entre las nubes. Eso la animó un poco, y la contempló largo rato.
- Sophie – le dijo su compañero de camino, que una vez más la había encontrado.- No huyas de mi.
- No puedo más. Vete.
Gaëtan se acercó un poco más. – Ya lo entendí. El miedo y la duda son ilusiones. Sólo existen aquí dentro – señaló su pecho- Si crees que existe el dragón le das el poder de quemarte. Creeme, por favor.
- ¿No estás asustado acaso?
- Ya no.
- Yo sí.- dijo ella con impaciencia.
- Yo te cuido. Te necesito.- Intentó acariciar su cabello pero ella se movió un poco. Si hubiera tenido energía para correr estaría ya muy lejos, pero no tuvo opción más que aceptar su compañía; entonces decidió ignorarlo. Sin embargo él siguió hablándole.
- Ahora entiendo, yo encontré Voluntad y por eso ya no tengo miedo, no quiero seguir luchando contra enemigos invisibles. Pierdo el tiempo. Miedo esta ahí en esa armadura incorpórea que creíste que iba a protegerte, pero que en realidad te está lastimando cada vez más. Quitártela es para vos un riesgo muy grande, te entiendo, es lanzarse al abismo de lo desconocido.
- Veo que vos tuviste la misma charla con el Caballero.
- No, llegamos aquí por caminos diferentes. Pero no podemos salir solos del Bosque, sino juntos. Muchísimas veces no pude protegerte, porque yo también era prisionero de Miedo. Pero ahora sí puedo, porque logré liberarme.
- No podemos vencerlo sin Amor.- retrucó ella, empecinada en ganar la discusión.
- Amor no se aparece ante uno solo. Quitate esa armadura y acompañame a buscarlo.
Entonces ella lo miró a los ojos por primera vez en mucho tiempo. Había olvidado lo hermosos que eran, ya no había tristeza en ellos; sino algo distinto. Era una mirada como la de Cariño, Pasión, y todos los demás Caballeros, pero todos a la vez. Se dio cuenta que era en realidad mucho más sabio de lo que ella pensaba, mucho más sabio que cualquier otro que conociera. De repente tuvo la sensación de que esta vez sabía lo que estaba haciendo y podría protegerla. Las nubes desaparecieron rápidamente y contemplaron juntos las estrellas. Gaëtan intentó acercarse a Sophie una vez más, esta vez ella dejó que la envolviera entre sus brazos; y de repente sus heridas más profundas dejaron de doler.

Parte VII

19 de diciembre de 2009

Parte VII

Sophie despertó antes del amanecer. Como la tormenta había parado se fue rápidamente dejando a Gaëtan atrás. Cada vez más desconfiaba de él, y comenzó a temerle, fue por eso que huyó. Ella no lo sabía, pero a él le pasaba lo mismo. Por unos días caminó en círculos, nunca se había sentido tan perdida. Entonces vió a la bestia que hasta entonces sólo había escuchado. Un dragón más grande y más terrible que cualquiera que hubiera visto en sus andanzas. No tuvo tiempo de reaccionar. La derribó con un solo golpe y no supo nada más.
Despertó en un claro, con Gaëtan a su lado. Se dio cuenta que ambos estaban gravemente heridos. Él la miraba con esos ojos extraños y hermosos, llenos de la misma luz que habia visto en el túnel. Casi no podían moverse del dolor, pero ahora estaban a salvo. Por primera vez en el bosque se filtró un rayo de sol, casi imposible de distinguir. Sophie hizo un esfuerzo para hablarle.
- Gracias por salvarme
- Lo intenté, pero no pude protegerte; ni mucho menos protegerme.
- Aún tengo miedo – Confesó.
- Yo también – la siguió Gaëtan- pero no se que hacer. Me duele todo.
Mujer vió tristeza en sus ojos. Le hubiera gustado poder aliviar su dolor, pero no podía hacer nada. Se sintió frustrada, impotente y perdida. Instintivamente se acomodó en su pecho, y lloró.
- Es increíble como pueden lastimarnos la Inseguridad y la Duda. Nunca había tenído enemigos tan fuertes. Tal vez no sean indestructibles y entre ambos podamos vencerlos ¿no crees?.
Sophie no contestó, no sabía que decirle. Cerró los ojos, y de repente escuchó como Cariño le hablaba: - Tengo que explicarte algo. Esta vez no se puede pelear en un campo de batalla, sino dentro de cada uno. El dragón sólo existe dentro suyo, es la materialización de sus temores y sus dudas. Sólo con Voluntad pueden mantenerlo a raya. Y sólo Amor puede vencerlo. Adios.
- ¿Escuchaste? –preguntó Gaëtan.
- Pensé que sólo yo lo escuchaba. No entendí nada. Para encontrar a Amor tengo que vencer a la Inseguridad y la Duda, pero para vencerlos necesito a Amor, ¿entonces cómo hay que hacer?.
- Bueno calmate, ya veremos; primero hay que curarnos.- En silencio, él también lloraba. Y el pequeño rayo de sol desapareció.

Parte VI

17 de diciembre de 2009

Parte VI

Por algunos días Mujer vagó en ese bosque helado buscando en vano la salida. Luego los días se convirtieron en meses, en los cuales sólo había encontrado algunas raíces e insectos para comer. Extrañaba los manjares del castillo, su cama mullida, el té, el sol; en esos meses nunca salía el sol sino que veía el cielo siempre cubierto y ocasionalmente llovía y nevaba. Pasaba las noches a la intemperie, escuchando los gruñidos de bestias que la acechaban pero nunca veía. De todas formas no hubiera sido productivo enfrentárseles: no tenía armas ni abrigo ni provisiones, eso la debilitaba cada día más.
Una noche se desató una tormenta particularmente fuerte, los árboles se estremecían y Mujer entendió que debía buscar refugio si no quería morir aplastada entre las ramas que caían al vacío. Encontró un tronco hueco, lo suficientemete amplio como para acomodarse allí y protegerse del clima. Quería estar alerta, pero el cansancio pudo más y se quedó dormida.
- Disculpá pero este es mi tronco, buscate el tuyo. – Mujer escuchó esa voz tan descortés y se despertó. Entonces lo vió. Un hombre sí, pero el más hermoso y maleducado que hubiera visto. Estaba sucio, cansado, harapiento; pero sus ojos eran diferentes a los de todo el resto y brillaban en la noche sin luna.

N del N: cuando tuve que conocerlos para escribir su historia yo también me sorprendí con sus ojos, Mujer no exageraba. Por eso me pareció oportuno ilustrarlos al lector, lo mejor que me salió. Quedó con un aire a Astroboy pero bastante expresivo. El scanner no ayuda sepan entender. Por cierto, el final ya casi está listo; no impacienten. Saludos.



- Perdón, pero no hubiera sobrevivido a la intemperie con esa tormenta. Cuando se calme un poco me voy y no te molesto más. – Dijo Mujer bruscamente,
- Entonces vas a quedarte un rato. Genial, hace años que estoy perdido en este bosque sin ver a otra persona. Es lindo tener un poco de compañía de vez en cuando. En fin, me llamo Gaëtan.
Mujer recordó que alguna vez había tenído un nombre, pero ya no sabía cuál era. Hizo un esfuerzo pero no podía acordarse. Eligió entonces un nombre cualquiera para presentarse:- Sophie
- Antes de llegar aquí yo era un guerrero –empezó Gaëtan sin que nadie le preguntara- la mano derecha de un rey, manejaba todos sus ejércitos y fue gracias a mi que llegamos a formar un imperio. Muchas oportunistas quisieron conquistarme, pero yo no era felíz. Es por eso que emprendí este viaje buscando a Amor. Conocí a sus caballeros, pase por el castillo, por el túnel… y ahora estoy atrapado en este bosque.
- ¿Qué es este lugar?
- Bueno Sophie la verdad no estoy muy seguro. En nuestro imperio se contaba una leyenda sobre el Bosque del Silencio, creo que debe ser este. Pero yo creo que deberían llamarlo el Bosque de la Inseguridad y la Duda. Desde que llegaste aquí ¿alguna vez te sentiste segura?
- La verdad no.
Después de eso casi no hablaron. Gaëtan compartió con ella las pocas provisiones que le quedaban. Sólo les quedaba descansar hasta que pase la tormenta. Pero ella no podía dormir, la llenaban las dudas. Tal vez sería un secuaz de Miedo, no podía estar segura de que no la atacaría dormida, no podía confiar en él. Entonces se puso su armadura invisible y durmió con un ojo abierto.

Parte V

16 de diciembre de 2009

Parte V

Mujer creía que habían pasado casi dos años después de esa charla con Cariño. Se quedó en el castillo, y desde ese día no volvió a sentirse amenazada por Miedo. Era por supuesto, lo más lógico. Si no había riesgos, no tenía porque sentirlo; aunque tampoco había avances significativos. Durante ese tiempo había crecido en todos los aspectos en los que puede crecer una persona; había aprendido muchísimas cosas y se sentía tranquila y felíz.
Una noche súbitamente sintió frío por primera vez desde que había comenzado su estancia. Le extrañó, ella sabía que en el castillo nunca era invierno. Abrió los ojos y desperezándose observó su alrededor. Su habitación había desaparecido y en su lugar había un túnel con paredes de piedra, oscuro y extenso. No podía ver el final, parecía interminable. Habían desaparecido las puertas y ventanas de la habitación. No había lugar dónde ir, salvo avanzar por el túnel.
En un primer momento no quiso moverse, pensó que sería un pequeño error de la hechicería del castillo y que pronto vendrían a buscarla. Había pasado tanto tiempo cómoda y tranquila que había olvidado cómo eran las sorpresas del camino, cómo era la vida nómade.
Pero visto que no podía hacer otra cosa, comenzó a andar por el túnel. Sin zapatos, sin provisiones, recién despierta. Siempre adelante, sin había bifurcaciones ni ángulos. El paisaje siempre era igual, y cada vez más frío y oscuro. Ni por asomo alcanzaba a ver el final.
Luego de unas horas inmersa en la oscuridad impenetrable alcanzó a ver un sector iluminado. Instintivamente se acercó. Pero no era una abertura, sino un cartel: “Túnel del silencio”, rezaba en letras doradas que parecían impartir luz que no salía de ningún lado. El cartel le pareció excesivamente redundante y siguió su camino.
Estaba demasiado vacío de luz y sonido; por lo que Mujer comenzó a pensar en voz alta. Comenzó a relatar recuerdos de sus viajes, sus aventuras heroícas olvidando convenientemente aquellas en las que había perdido. Más adelante encontró un nuevo cartel, como el anterior: “SILENCIO”.
- Ahora hasta los carteles me dan órdenes- gritó furiosa.
Las paredes se cerraron súbitamente al punto justo para que pudiera seguir caminando. Comprendió el mensaje del túnel. Comenzó a preguntarse las razones para estar allí. Tal vez había aprendido todo lo que el castillo tenía para ofrecerle. Tal vez los caballeros la habían abandonado, y estaba sola de nuevo. ¿Y cómo le ayudaría este túnel oscuro y helado a encontrar a Amor? ¿Si era tan hermoso, por qué había que pasar por un lugar tan horrendo para llegar a él? ¿Qué había pasado con el castillo? ¿Por qué para encontrar a Amor debía irse de su morada? En el silencio, su pensamiento y sus sentidos estaban más alertas.
Encontró un nuevo cartel, decía “El conocimiento es la luz que iluminará vuestro camino”. ¿Conocimiento de qué? Volvió a los recuerdos de sus aventuras, y se preguntó por qué no había contado en voz alta las oportunidades en las que había perdido. ¿Acaso quiso agradarle al túnel? Enseguida se dio cuenta que había hecho una idiotez, el túnel era inanimado. Pensó en todas las oportunidades en las que había hecho lo mismo. Guardaba los cuadros de los torneos de espada que había ganado, pero no los que había perdido; conservaba los dientes de los dragones que había matado, pero nada de aquellos que la habían herido, y asi con miles de cosas más. Incluso con las personas, conservaba las amistades que pensaban que ella era buena, generosa y fuerte; se distanciaba del resto.
- Tal vez me he pasado toda la vida queriendo agradar a la gente. –Las paredes se abrieron y dejaron pasar el aire. –Me he estado mintiendo al negar todas mis debilidades, si no las acepto, no podré corregirlas.
De repente el túnel se iluminó con un tipo de luz que no se parecía a ninguna conocida, y parecía no venir de ninguna parte, o de todas partes; y Mujer finalmente pudo vislumbrar el final. ¿Estaría Amor al final del túnel? Corrió lo más rápido que pudo, no aguantaba un segundo más allí dentro. Al salir del túnel se encontró en una pradera helada, parecía ser el centro de un bosque. Estaba nevando, y hacía aún más frío que dentro del túnel.

Parte IV

15 de diciembre de 2009

Parte IV

-IV-

Mujer había pasado lo que consideraba aproximadamente un mes en el castillo, acompañada por Cariño y su hermano Pasión, por Seguridad y Contención. Era el tiempo que podía calcular, aunque en realidad sin darse cuenta hubiera perdido la noción: en el castillo, Tiempo transcurría más rápidamente. Era el tiempo que, sus pequeños años le permitían calcular. Años más tarde, se daría cuenta que el tiempo transcurrido no siempre coincide con los ciclos solares y lunares, o con las vueltas de las agujas del reloj.
Se encontraba en una de las situaciones que a su criterio, formaba parte de las más maravillosas de la vida, yacía sobre el césped, contemplando el cielo, disfrutando de una cálida tarde de primavera. En el castillo nunca era invierno. Tenía todo lo que necesitaba allí, pero su felicidad no era completa, aún no había visto a Amor; y nunca se había atrevido a preguntarle a ninguno de sus caballeros, aunque sabía en el fondo que ellos le responderían gustosos.
Cariño, que era su amigo y confidente, llegó a su encuentro, con dos tazas de té.
- Gracias –le dijo Mujer, y bebieron juntos y en silencio.
- Sabía que te gustaría –afirmó Cariño.
- Necesito preguntarte algo
- Lo que quieras, para eso estoy. –esa frase resultaba un poco repetitiva, pero Mujer siempre se alegraba de escucharla.
- ¿Por qué no puedo ver a Amor? –finalmente se había atrevido a preguntarlo, sintió que se sacaba un gran peso de encima.
- Porque todavía te quedan batallas que librar. No es fácil de alcanzar, aunque venciendo a Miedo, Rencor y Venganza has llegado muy lejos. Pero estás aferrada a lo conocido.
- ¿Qué es lo conocido? –inquirió Mujer
- Nosotros.
- Pensé que siempre acompañaban a Amor, y no podría existir uno sin los otros.
- Cierto, pero no siempre somos evidentemete visibles, podrías pensar que no estamos, aunque siempre estamos. Lo conocido es la afirmación de que siempre nos verás junto a Amor, y ¿qué pasaría si no nos ves cuando lo veas a él?
Mujer se detuvo a reflexionar, mientras bebía su taza de té. Una vez más, no tenía ni la más mínima idea de cómo responder a las preguntas que el castillo le planteaba.
- No lo sé –respondió.
- Quiere decir que no estás lista para verlo. Como dije, no es tan fácil alcanzarlo, pero tampoco es fácil controlarlo una vez que se lo tiene. Es un rey rebelde, no sabe de leyes, reglas, o sentido común. Para él todo lo vale. Y el hecho de que te aferres a tu idea de cómo es Amor te hace menos merecedora de verlo. Tiempo al tiempo.
- Entiendo
- Es muy fácil tratar con Amor cuando todo es maravilloso, el verdadero desafío será tratar con él cuando no todo sea tan hermoso. Para eso tienes que librar la batalla contra Duda y la Inseguridad. Una vez que lo hagas encontrarás la manera de lanzarte al abismo de lo desconocido.
- Quiere decir que, por ejemplo, la roca a la que me aferro para no caer, es lo conocido, y ¿debo soltarme? ¿y qué pasará cuando llegue al fondo del abismo? –preguntó Mujer, aterrada.

Parte III

10 de diciembre de 2009

Parte III

-III-

Mujer no lo sabía, pero no estaba sola. Luego de la batalla llegaron varios pares de manos, que la sostuvieron delicadamente y la llevaron. No lo sabía, pero eran Cariño, Contención, y Seguridad, algunos de los caballeros del rey Amor. Inconsciente, la llevaron a su castillo; naturalmente, por un camino desconocido.
Cuando despertó, se encontraba en un lecho simple pero cálido. Tardó un instante en darse cuenta que alguien había tratado sus heridas, y estaban comenzando a sanar. Ignoraba cuanto tiempo había transcurrido, pero supuso que no más de un par de días, a juzgar por el estado de sus heridas. Entonces lo vió. Cariño estaba junto a ella, aunque en alguna de sus aventuras lo había encontrado antes, nunca se había detenido a mirarlo. Sus miradas se encontraron, y pudo ver en sus ojos el infinito. Era hermoso realmente, pero no era Amor.
- Hola. –dijo Mujer, y se sintió tonta por haber estado frente a un ser tan superior, y haber dicho tamaña estupidez, aún cuando tenía miles de preguntas. Pero a Cariño no pareció molestarle.
- Hola. Creo que ya se lo que estás pensando. ¿Dónde estamos, verdad? Bien, estamos en el castillo de Amor.
- ¿Cómo llegamos aquí? ¿Y cómo me encontraron?
- A este lugar no se puede acceder buscándolo, puesto que nadie conoce su ubicación. Sólo se puede llegar aquí si alguien te acompaña. Escuchamos tu necesidad de nosotros, y fuimos en tu rescate.
- ¿Quiénes son “nosotros”?
- Somos los caballeros de Amor.
Mujer estaba desconcertada, demasiada información. Todavía era presa del dolor, aunque no tan intenso como anteriormente, y ya se consideraba en plena posesión de sus facultades. Entonces vislumbró cual era su razón de estar en el castillo
- Vine a buscar a Amor.
- Lo sé, pero ahora no puede ser. Necesitas tiempo, no es el momento.
Sintió perder la paciencia, pero intentó contenerse.
- La impaciencia no es buena –dijo Cariño, como leyendo sus pensamientos.
- Cierto. ¿Fuiste tú quien me curó? –se animó a preguntar.
- Así es.
- Gracias –dijo Mujer. Hizo silencio un momento, y luego murmuró- te necesito.
- Para eso estoy.
- No me lastimes, por favor. No se cuánto más pueda resistir.
- Tranquila, no puedo herir si no estoy acompañado de Amor. Estoy aquí para ayudarte, guiarte y quererte.
- Por ahora no necesito más nada. –afirmo Mujer con calma.
- Para eso estoy –repitió Cariño sonriendo.
Después de mucho tiempo, tuvo un momento de paz. Sabía que tenía asegurado, por lo menos, un día de felicidad. Cariño la abrazó, y sintió todo su cuerpo y su espíritu llenarse de una inmensa calidez, su roce calmaba el dolor de sus heridas. Sus caricias y sus besos, por el momento, la mantenían felíz y tranquila. Ya no había dolor. Y finalmente en su momento de paz, encontró descanso, y durmió.

PD: queridos chicos tengo problemitas con los códigos html. La playlist sólo me reproduce Enjoy the Silence, y además de esta sólo incluye Desarma y Sangra, por más que tenía como 20 temas más. Si alquien tiene alguna sepa que su ayuda será recompensada. Abrazo.

Parte II

9 de diciembre de 2009

Parte II

-II-

La batalla había comenzado, Miedo, acompañado de Rencor y Venganza arremetía contra Mujer, ayudada por Valentía y Esperanza. Sus fuerzas eran equivalentes pero sabían que sólo uno podría ganar la batalla.
- ¡Ríndete! –gritó Miedo- soy inmortal, ¿no lo sabes acaso?
- Puras mentiras –remató Mujer.
Sentía como las armas enemigas la herían, sentía el dolor que penetraba su cuerpo, lo sentía como agujas clavándosele. Pero no iba a rendirse, no ahora, estaba an cerca de la victoria que casi podía acariciarla, se deleitaba con ella.
Pensaba en Amor, que a la conclusión de esa batalla estaría esperándola, para recibirla con los brazos abiertos. Juntó la fuerza de lo que aún conservaba de su corazón, y se dispuso a atestar el golpe maestro, que daría conclusión a la batalla. Levantó su espada con toda la fuerza de su espíritu, y atravesó a Miedo, que cayó con un grito de profundo dolor.
Un instante después se encontraba sola, ¿dónde estaban todos? ¿la habían abandonado quizá?. Mientras pensaba en esto no pudo evitar caer. Yacía en el suelo, espada en mano aún, comenzaba a ver todo oscurecerse, de una negrura impenetrable.
Pero su mente todavía reflexionaba, entonces la asaltó una duda terrorífica: ¿dónde estaba Amor? ¿no se suponía que cuando hubiera matado a Miedo, Amor estaría allí para ella? Porque, por supuesto que se habia desecho de Miedo, ¿no era así?
Sus pensamientos se detuvieron, y el dolor la llenó; miles de chispas quemaban todo su cuerpo, ya no podía soportarlo. Sintiéndose sola, abandonada, y a merced de todos los vientos, sintió desvanecerse. Y ya no pensaba, ya no sentía, sólo increiblemente existía.

Parte I

7 de diciembre de 2009

Parte I

Post Scriptum (permítanme llamarlo asi, si ya se que va al final. Se trata de una suerte de prólogo, palabrita con la que no simpatizo mucho para este caso, puesto que no se trata de un libro sino de un cuento con varias partes).

Este cuento ya tiene casi un año y medio sin ver la luz. Creo que se trata de una de mis obras más puras, ya que un día cualquiera, un día como hoy; me levanté y empecé a escribir. La microfibra (¡Que moderno!) se desplizaba suavemente por el papel de la moleskine sin saber muy bien que estaba escribiendo. No tuvo demasiadas correcciones, sino que fue un tirón: apareció un día, él me eligió a mí para que yo lo plasme. Algunos lo llaman la musa, el daimon, los fantasmas; ese algo que aparece excepcionalmente y nos impulsa a escribir cuando estamos relajados. Y es el mismo algo que te caga la vida cuando debés escribir y ves la hoja en blanco cual heladera vacía cuando hay hambre (jaja). Algunas personas pueden pensar que el escrito es autobiográfico o al menos semi-autobiográfico. Otras pueden sentirse identificadas con los personajes. No se trata de un intento autobiográfico sino de trazar generalidades ¿quién no se vió alguna vez en dilemas asi?. Varias veces pasaron estas situaciones a lo largo de la vida; antigüas y amargas, contemporáneas y esperanzadas. Ya pasó un año y medio y todavía no escribí el final. Quizá se trate de situaciones que no tienen un desenlace esperable. Quizá por alguna razón vuelvo a leerlo cada tanto, y hoy decidí publicarlo. Quizá nunca pude experimentar u observar un desenlace a tales situaciones. Quizá la próxima vez que encuentre al daimon pueda ensayar distintos finales, siempre abiertos, como una historia sin final.


M. G.
-I-

Él la encontraba una vez más, sumida en sus cavilaciones.
- ¿Por qué no te quedas conmigo, Mujer? Él puede hacer cosas terribles, ya has tenido oportunidad de comprobarlo. Ya has visto como puede arrancar tu corazón de tu cuerpo, secar la sangre de tus venas, deshollarte viva; y sin embargo sigues deseándolo.

- Es terrible, de verdad –dijo Mujer- creo que mi corazón no podría resistirlo nuevamente. La angustia le impedía respirar, el dolor le impedía existir. Incluso ahora, que ha pasado tanto tiempo, puedo sentirlo por las noches como agujas, frías como el hielo.

- Quédate conmigo –le propuso Miedo- y nunca más volveras a sufrir.

- Amor es tan hermoso, tan irresistible. Pero es también tan peligroso.

Miedo sabía que había llegado al centro del asunto, que si jugaba bien sus cartas en este momento, podría quedarse con Mujer.

- ¿Vale la pena entonces, toda una vida de penas, a cambio de un minuto en el paraíso?

El ambiente se sumió en un silencio, Mujer tardó un momento en contestar, pero cuando finalmente lo hizo, no tenía un pensamiento instituido.

- No lo sé.

- ¿Qué quieres entonces? –Preguntó Miedo

- Quiero sanar, de verdad lo necesito. Quiero verme en los ojos de Amor. Él todo lo sana.

- Pero Amor todo lo destruye, y mucho más de lo que sana.

Hubo nuevamente un silencio. Mujer sabía que Miedo tenía razón, sentía que poco a poco le ganaba, y que debía hacer algo.

- Es cierto. –dijo finalmente.

- Entonces, no lo desees. Quédate conmigo.

Entonces Mujer finalmente lo comprendió. Tal vez sólo necesitaba Presión para que Razón comience a tomar partido. No podía seguir así. No podía seguir tironeada, entre Miedo y Amor. Debía decidir, ¿quién ganaría a Mujer? ¿quién caería?.

Entonces escucho una voz, que no escuchaba hacía tantísimo tiempo. Era Valentía, que aunque callado, siempre había estado con ella. Era el momento de actuar. Mujer cerro sus ojos y pensó en Amor; en Valentía que le suministró su espada. Abrió sus ojos nuevamente, ahora lo veía muy claro, claro como un lago cristalino en una tarde soleada de verano. Respiro profundamente, pensó que quizá sería la última vez. Asió su espada con fuerza, y al grito de “¡Te mataré Miedo!” arremetió en contra de quien siempre había sido su enemigo
.


Ver Parte II

2 de diciembre de 2009

Sobre el eterno retorno


Hemos visto que el más chiquito de los Jonas Brothers se ha convertido en solista y que AC/DC planea grabar un DVD en la cancha de River. Frente a esto hemos hecho una reunión que convoca a miembros espacio temporales del club de fans de ambas bandas en Sarmiento y Riobamba arriba del supermercado chino de Shen Long. Se han registrado las siguientes conversaciones:

Fan 1 de AC/DC: che boludo, esta manga de pendejas tienen una cara de asquerositas que creo que debemos hacerlas debutar a todas
Fan 2 de AC/DC: pará flor de puto, está mi hermana y las amiguitas
Fan 1 de Jonas: che boluda, me hago fan en facebook de la banda de Nick (L)
Fan 2 de Jonas: ay no se divi, creo que sería traicionar a Joe. Y el amigo de tu hermano me mira con cara rara. Mejor preguntémosle a Carlii
Marx: no se, creo que se están haciendo demasiado dependientes de una red "social" que les chupa la individualidad y las convierte en autómatas. Se están alienando. ¡Únanse como buen proletariado!
Fan 3 de AC/DC: ¿qué es proletariado?
Fan 3 de Jonas: ¿qué es social?
Sassure: ¿ya no se estudia semiología en la primaria? ¡En mis tiempos la cosa era diferente!
McFly: Los viajes en el tiempo pueden cambiar el curso de la historia
Marx: ¡callate maldito burgués!
Fan 2 de Jonas: ¡que ganas de comer en burguer!
Fan 1 de AC/DC: ¡basta! ¡yo le doy! ¡vení pa'ca!
Heráclito: ¡Terminen! Todo cambia constantemente, ¡asi que cambien su actitud!
Nietzsche: No llegaré nunca al final. No existe final. ¿Has escuchado hablar del Eterno Retorno?...Es algo que me intriga. ¿Realmente volvemos a vivir lo ya vivido?... ¡Todo vuelve y retorna eternamente, cosa a la que nadie escapa!. El principio de la persistencia de la energía exige el Eterno Retorno, la medida de la fuerza (como dimensión) es fija, pero su esencia es fluida, el mundo, es un círculo que ya se ha repetido una infinidad de veces y que se seguirá repitiendo in infinitum (*).
Sartre: ¡opio!
Marx: ¿religión acaso?
Sarte: ¡opio! ¿querés?
Marx: Bueno dale
McFly: yo también.
Fan 1 de Jonas: ¡eso tiene olor a pico dulce!
Yo: pará Friedrich lo que querés decir es acaso que como la energía del universo es finita y el tiempo es infinito las combinaciones posibles de energía están condenadas a repetirse infinitamente; o es meramente una justificación necesaria para amar la vida y sostener el vitalismo.
Nietzsche: interpretalo como quieras. Yo no puedo enseñar a pensar.
Sassure: a Heráclito y a mi no nos convidaron opio. ¿Vos querías Friedrich?
Nietzsche: yo traje mis cosas, gracias.
Yo: ¿Cada cuanto se repite?
Nietzsche: no se.
Yo: Siempre es igual, cada vez que uno creía que había finalmente escapado al destino fatídico ¡zas! ¡Siempre lo mismo!
Sartre: ¡relajate y ejercé tu libertad! ¿vos también querés?
Yo: ¿Y si mejor sale una ronda de mate para todos?
Fan 2 de AC/DC: uh buenísimo loca yo cebo unos.

Asi la banda del club de fans que al principio parecía enfrentada terminó bien. La fan de jonas y el de AC/DC tuvieron 8 hijos y después se casaron vía Singapur. Heráclito y Sassure fueron grandes amigos mientras Marx, Nietzsche y Sartre se convirtieron en capos del opio en el Mar Adriático. En cuanto a mi, estoy tratando de observar elementos que completen o refuten la tesis del eterno retorno junto a Marty y al Doc. No entiendo cómo puede ser una realidad observable o perceptible, tal vez nunca deje de ser una teoría. Tal vez Friedrich tiene razón respecto al vitalismo: hay que amar la vida con sus alegrías y tristezas, sus éxitos y sus fracasos, el amanecer y el ocaso; aunque no siempre es tan fácil.
Chau, que se me va el bondi.



(*) de La Gaya Ciencia.

27 de octubre de 2009

Help

vos sos la energía, el sol, la luz que me levanta cada mañana, cada vez que te veo a los ojos, me abrazás, me tocás o me besás, siento un universo de sensaciones hermosas y terribles, que nunca había sentido, me siento protegida, querida y acompañada; y sin embargo ahora tengo miedo, como nunca había tenido; más que nunca, por favor, cuidame.

12 de septiembre de 2009

Amanece

El reino animal se rige por relaciones de dominación y poder. No importan los premios y castigos, los sentimientos, nada de eso. Para que una relación entre dos seres humanos sea exitosa debe haber éxito en la aplicación del poder por parte de uno. Por supuesto que como no hay dos personalidades iguales en la humanidad, siempre se trata de una relación de poder asimétrica donde uno lo ejerce más eficientemente sobre el otro.

Hoy salí a manejar por el barrio,
estacioné solita y me salió bien, pero me transpiré toda. Después estuve leyendo al denso de McQuail. Estaba a punto de quedarme dormida mientras tomaba mate en la cama. Para despertarme busqué excusas para no leer. Excusas, no sirven; dicen por ahi. Enganché unas hojas, acomodé papeles, encontré algunos asuntos convenientemente pendientes. Y asi apareció de repente mi musa preferida. Estuve leyendo a Platón y su alegoría del sol.

El sol si bien no es la vista es
lo que permite la vista de todas las cosas. El Bien es para la inteligencia como el sol para el mundo tangible. Todo es visible -cognosible- en tanto lo ilumine la luz del sol, del Bien. Existe una belleza, absoluta y eterna, que es bella siempre y para todos y en todas las circunstancias. Pero no es un cuerpo, un rostro, un razonamiento o una ciencia. Nada de eso. Esta belleza es en realidad el bien, ambas son uno.

Volviendo a la idea anterior, hace un tiempo que pienso que debería ser un poco más dominante en algunos ámbitos de mi vida. Cuántas veces pude demostrar mis capacidades de liderazgo en situaciones cotidianas y a la hora de demostrarlo en los asuntos importantes titubeo y dudo. Tal vez sólo necesitaba un guía, un sol, bien absoluto y belleza absoluta, que me iluminara y haga las cosas cognosibles para mí. Dice Fisher "cuando el alumno está preparado el maestro aparece". ¿Será que tengo que percibir y obedecer a las guías? ¿Será tan difícil congeniar mi parte terca y obtusa con la parte que necesita ser guiada para
aprender a guiar? Un poco rebuscado, ¿verdad?

Quizá será porque vivo
en el país de los contrastes que yo soy un contraste en mi misma. Quiero ser dominadora y dominada, burguesía y proletariado, fiscal y juez. Mediodía, medianoche o amanecer. Creo que tengo un nuevo mejor amigo contemporáneo además de Friedrich, más viejo y también alemán, Immanuel. Dice que los humanos percibimos en base a categorías, una de ellas es la de percibir todos los fenómenos del universo como relaciones causales, otra espacio-temporalmente. Quizá sean estas relaciones causales las que originen contadicciones.

El sol del mediodía, medianoche, y a
manecer.
Mejor que dos opciones siempre van a
ser tres.
El amanecer -con perdón de la locación a la que alude fatídica y horrenda- da la bienvenida al sol. Conozco un poco más. No se puede desear lo que no s
e conoce. Quizá lo que encandilada pensé que era el mediodía era en realidad medianoche y ahora que amanece algunas de las cosas que creía percibir bajo la luz de la luna son en realidad diferentes. Quizá cambie la naturaleza del objeto -o sujeto, da igual- de deseo, pero la naturaleza intrínseca del deseo sigue siendo la misma. Aparecen los primeros rayos de sol y da inicio a un nuevo día, un nuevo comienzo.

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