17 de diciembre de 2009

Parte VI

Por algunos días Mujer vagó en ese bosque helado buscando en vano la salida. Luego los días se convirtieron en meses, en los cuales sólo había encontrado algunas raíces e insectos para comer. Extrañaba los manjares del castillo, su cama mullida, el té, el sol; en esos meses nunca salía el sol sino que veía el cielo siempre cubierto y ocasionalmente llovía y nevaba. Pasaba las noches a la intemperie, escuchando los gruñidos de bestias que la acechaban pero nunca veía. De todas formas no hubiera sido productivo enfrentárseles: no tenía armas ni abrigo ni provisiones, eso la debilitaba cada día más.
Una noche se desató una tormenta particularmente fuerte, los árboles se estremecían y Mujer entendió que debía buscar refugio si no quería morir aplastada entre las ramas que caían al vacío. Encontró un tronco hueco, lo suficientemete amplio como para acomodarse allí y protegerse del clima. Quería estar alerta, pero el cansancio pudo más y se quedó dormida.
- Disculpá pero este es mi tronco, buscate el tuyo. – Mujer escuchó esa voz tan descortés y se despertó. Entonces lo vió. Un hombre sí, pero el más hermoso y maleducado que hubiera visto. Estaba sucio, cansado, harapiento; pero sus ojos eran diferentes a los de todo el resto y brillaban en la noche sin luna.

N del N: cuando tuve que conocerlos para escribir su historia yo también me sorprendí con sus ojos, Mujer no exageraba. Por eso me pareció oportuno ilustrarlos al lector, lo mejor que me salió. Quedó con un aire a Astroboy pero bastante expresivo. El scanner no ayuda sepan entender. Por cierto, el final ya casi está listo; no impacienten. Saludos.



- Perdón, pero no hubiera sobrevivido a la intemperie con esa tormenta. Cuando se calme un poco me voy y no te molesto más. – Dijo Mujer bruscamente,
- Entonces vas a quedarte un rato. Genial, hace años que estoy perdido en este bosque sin ver a otra persona. Es lindo tener un poco de compañía de vez en cuando. En fin, me llamo Gaëtan.
Mujer recordó que alguna vez había tenído un nombre, pero ya no sabía cuál era. Hizo un esfuerzo pero no podía acordarse. Eligió entonces un nombre cualquiera para presentarse:- Sophie
- Antes de llegar aquí yo era un guerrero –empezó Gaëtan sin que nadie le preguntara- la mano derecha de un rey, manejaba todos sus ejércitos y fue gracias a mi que llegamos a formar un imperio. Muchas oportunistas quisieron conquistarme, pero yo no era felíz. Es por eso que emprendí este viaje buscando a Amor. Conocí a sus caballeros, pase por el castillo, por el túnel… y ahora estoy atrapado en este bosque.
- ¿Qué es este lugar?
- Bueno Sophie la verdad no estoy muy seguro. En nuestro imperio se contaba una leyenda sobre el Bosque del Silencio, creo que debe ser este. Pero yo creo que deberían llamarlo el Bosque de la Inseguridad y la Duda. Desde que llegaste aquí ¿alguna vez te sentiste segura?
- La verdad no.
Después de eso casi no hablaron. Gaëtan compartió con ella las pocas provisiones que le quedaban. Sólo les quedaba descansar hasta que pase la tormenta. Pero ella no podía dormir, la llenaban las dudas. Tal vez sería un secuaz de Miedo, no podía estar segura de que no la atacaría dormida, no podía confiar en él. Entonces se puso su armadura invisible y durmió con un ojo abierto.

Parte V

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