20 de mayo de 2011

"Pudimos tenerlo todo"

Post scriptum: me dijeron una vez que para comprender realmente algunas historias de vida hay que ponerse en el lugar del otro, y la mejor manera para nosotros, periodistas, será escribir como si fuéramos ellos. “Seguramente vas a hacerlo desde tu corazón” había dicho mi comprensiva fuente. Entonces decidí empezar por esta historia que personalmente me provoca un torbellino: a veces ira, a veces incertidumbre. Bastará saber que en estos nueve años, desde que me lo dijeron al oído como quien confiesa un secreto a voces: el protagonista no puede saber que yo lo sé; respondí muchas de las preguntas que me intrigaban. Pero hay una sola que sigue sin respuesta, y posiblemente seguirá siempre: ¿Por qué? Luego de mucho meditar consideré que sería un error poner referencias que permitan situar en lugar de quién estoy hablando. Pero invito a esa persona a leerme –o leerse-, y quizá algún día escuchar el sonido de la otra campana.


I know I can't take one more step towards you

Cause all that's waiting is regret

And don't you know I'm not your ghost anymore

You lost the love I loved the most.

“Jar of hearts”


“Quisiera poder atarte a mis zapatos para que sepas lo que es sentirse miserable, lo que es vivir media vida. Y no hablo de vivir a medias, sino media vida. Porque aquí está mi cuerpo, pero he perdido mi alma en los fuegos oscuros del infierno para siempre. Se que estás ahí, y te llevaste mi alma contigo, porque quienes mueren en pecado mortal no tienen más opción que ir al infierno. Tantos días escuchando al sacerdote contándome que no matarás, sabiendo tu fatídico destino y rezando a Dios para que te saque de ahí. Pero tus pecados no pueden ser, lamentablemente, expiados por mis súplicas. Hace casi treinta años te regalé mi alma para cobijarla en tu pecho, protegiéndome, criando cachorros, haciéndote eternamente el amor. Nunca pude dejar de amarte, claro está, ¿crees que la gente se de cuenta? Seguro que sí, los chicos ya son grandes. Pero tampoco puedo decirles que te veo todos los días, con los ojos abiertos, te hablo con toda la fuerza de mi voz; por supuesto cuando nadie me escucha. Creerían que estoy loca. Sos el espíritu que ronda en mi casa, el único que sabe a ciencia cierta lo que me pasa. Por eso yo, también voy a morirme en esta casa, para que nuestros fantasmas recorran juntos los campos dorados celestiales.

¿Quién te crees que fuiste? Corriendo por ahí dejando cicatrices, arruinando mi vida, carcomiéndome. Se que tener un cuerpo vacío, sin alma, ha hecho estragos en mi aspecto. ¿Quién te crees que sos? Acostándote por las noches a mi lado después de robarte mi alma. Pudimos tenerlo todo: una casa hermosa, niños bien educados y alimentados corriendo por el jardín lleno de flores. Pero lo arruinaste todo, por tu culpa, por tu culpa, por tu grandísima culpa. No, no pienso eso, mil perdones, sigo por siempre enamorada de vos, décadas después. Y al final del día, no puedo culpar a nadie más que a mí. Y eso me pudre por adentro, pero nunca voy a admitirlo frente a otro ser humano. Sólo vos podés saberlo, mi rey fantasma. Necesito para seguir viviendo todo el amor que pueda recolectar de mi familia –amigos, se fueron- los que quedan, para nutrir temporalmente mi cuerpo desalmado. Aprobación permanente y compañía. La soledad me hace volver a hablarte y estoy demasiado ofendida como para hablar con vos. No, mentira, siempre voy a amarte aunque nos separen los planos, porque como una vez me dijo hace muchos años un compañero de secundaria “el amor verdadero dura para siempre”. Volvé a hablarme cuando quieras, siempre voy a escucharte, pero el día que atravieses caminando el umbral de nuestra casa, que sea para llevarme a caminar de tu mano.

0 opiniones humanas:

Publicar un comentario

Resúmenes y opiniones del pensamiento humano

Soundtrack


MusicPlaylistRingtones
Create a playlist at MixPod.com